No limpiar arquetas a tiempo: un problema que puede salir caro
No limpiar arquetas a tiempo: un problema que puede salir caro. Las arquetas son uno de los elementos más importantes del sistema de evacuación de aguas, aunque muchas veces pasen desapercibidas. Su función es conectar las distintas tuberías y permitir el acceso para su limpieza y mantenimiento. Sin embargo, no limpiar arquetas a tiempo puede desencadenar una serie de problemas que afectan tanto al confort del hogar como a la integridad del sistema de saneamiento.
Ignorar su cuidado puede parecer algo sin importancia, pero con el tiempo los residuos acumulados se convierten en un obstáculo para el correcto funcionamiento del desagüe.
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¿Por qué se ensucian las arquetas?
Con el uso diario, las tuberías arrastran grasa, restos de jabón, cabello, arena, hojas y otros sedimentos que terminan depositándose dentro de las arquetas. Si no se realiza una limpieza periódica, estos materiales se endurecen y forman un tapón que bloquea el paso del agua.
Cuando eso ocurre, no limpiar arquetas a tiempo deja de ser un simple descuido y se convierte en un riesgo real de obstrucción, malos olores y posibles filtraciones. Por eso, la prevención siempre es más económica y efectiva que la reparación.
Problemas que provoca no limpiar arquetas a tiempo
No atender el mantenimiento de las arquetas puede generar múltiples complicaciones. A continuación se detallan las más comunes:
1. Desagües lentos o atascados
Uno de los primeros signos de que algo va mal es la lentitud con la que el agua se evacua por los desagües. Este síntoma suele indicar que hay residuos acumulados en el interior. Cuando se ignora el problema, la obstrucción aumenta hasta que el agua deja de circular completamente. No limpiar arquetas a tiempo es, en la mayoría de los casos, la causa principal de estos atascos.
2. Olores desagradables y contaminación
Las arquetas sucias se convierten en un foco de bacterias y gases malolientes. Estos olores pueden extenderse por baños, cocinas o patios, generando un ambiente insalubre e incómodo. Además, los microorganismos que se desarrollan en el agua estancada pueden afectar la calidad del aire y favorecer alergias o problemas respiratorios.
3. Inundaciones inesperadas
Cuando las arquetas están saturadas, el agua no tiene por dónde salir y acaba rebosando por los puntos más bajos del sistema, como sumideros o patios. En épocas de lluvia, el problema se agrava y puede derivar en inundaciones. En estos casos, los daños materiales pueden ser importantes, sobre todo si el agua entra en contacto con zonas habitadas o instalaciones eléctricas.
Evitar no limpiar arquetas a tiempo es la mejor forma de prevenir este tipo de incidentes.
4. Deterioro de las tuberías y el suelo
El agua retenida ejerce presión sobre las conducciones, lo que puede ocasionar fisuras o roturas. Si la humedad se filtra bajo el suelo o los cimientos, se corre el riesgo de dañar la estructura del edificio. Reparar estos desperfectos es mucho más costoso que contratar una limpieza preventiva.
No limpio mis arquetas a tiempo ¿cuando debo hacerlo?
Existen señales evidentes que indican que el sistema de evacuación requiere atención. Si detectas alguno de los siguientes síntomas, probablemente estés enfrentando las consecuencias de no limpiar arquetas a tiempo:
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Desagües que tardan demasiado en vaciarse.
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Olores persistentes en zonas de agua.
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Ruidos extraños o burbujeos en las tuberías.
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Aparición de humedad o filtraciones.
Estos avisos nunca deben ignorarse. Una revisión profesional puede detectar el problema antes de que se convierta en una avería seria.
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Con qué frecuencia deben limpiarse las arquetas
El mantenimiento de las arquetas depende del tipo de inmueble y del volumen de uso. En viviendas individuales, lo ideal es realizar una limpieza anual. En cambio, en comunidades de vecinos o locales comerciales con un uso intensivo del agua, se recomienda hacerlo cada seis meses.
El clima también influye: en zonas con lluvias frecuentes o sistemas antiguos, conviene revisar más a menudo. Lo importante es evitar no limpiar arquetas a tiempo, ya que un solo descuido puede causar atascos importantes.
El proceso de limpieza profesional
La limpieza profesional de arquetas se lleva a cabo con equipos de alta presión que eliminan la suciedad y los sedimentos adheridos a las paredes interiores. A menudo se utiliza un camión cuba, que combina agua a presión y succión para dejar el sistema completamente despejado.
Además, muchas empresas de pocería incorporan inspección con cámara para comprobar el estado interno de las tuberías. De este modo, es posible detectar grietas, raíces o acumulaciones antes de que provoquen daños mayores. Gracias a esta tecnología, se evita abrir suelos innecesariamente y se asegura un mantenimiento eficaz.
Ventajas de mantener las arquetas limpias
Mantener una rutina de limpieza periódica aporta beneficios tanto prácticos como económicos:
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Evita la aparición de atascos y olores.
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Protege la integridad del sistema de drenaje.
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Reduce el riesgo de inundaciones.
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Minimiza gastos en reparaciones.
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Mejora la higiene y la seguridad del entorno.
Prevenir es siempre más rentable que reparar. Una intervención programada y profesional garantiza que el sistema de saneamiento funcione correctamente durante todo el año.
Conclusión
Las arquetas suelen olvidarse hasta que surge un problema, pero su mantenimiento es esencial para evitar averías y gastos imprevistos. No limpiar arquetas a tiempo puede derivar en atascos, malos olores, humedades y daños estructurales difíciles de reparar.
Un simple plan de limpieza preventiva, realizado por profesionales, asegura el correcto funcionamiento del sistema y evita emergencias. En definitiva, cuidar las arquetas es cuidar tu hogar: una pequeña acción que puede ahorrarte grandes preocupaciones.
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